Geología

La base de los terrenos circundantes afloran en contacto sobre los materiales del Complejo Alpujarride. Se trata de sedimentos posorogenicos de relleno de la depresión que forma Sorbas-Tabernas y Canjáyar, como margas, areniscas y conglomerados de la época del Mioceno Superior.

Es Sierra Alhamilla, donde Lucainena se enclava fundamentalmente, un relieve de sierra aislado, emergente de la depresión terciaria de Almería, en cuya configuración intervino ya como relieve paleográfico, diferenciando el corredor Tabernas-Sorbas, al norte, y los llanos del El Alquián-Níjar, al sur.

Se trata de un relieve abrupto, alargado en dirección Este­Oeste, cuyo punto más alto es el vertice del Colativí con 1.387 metros de altura.

Geo01Del mismo modo podemos decir que su cima es una cuer­da que actúa divisoria de aguas entre las vertientes septentrionales y meridional, presentando un carácter asimétri­co, puesto que en la vertiente septentrional se dan pendientes suaves de un orden del 20%, al contrario que la vertiente meri­dional, que presenta un relieve más abrupto con pendientes de un 40%.

Durante el triásico medio y superior se depositaron calizas y dolomias, probablemente en condiciones de depósito marino de alto fondo, aunque con relieve irregular y existencia de áreas emergidas con pequeñas cuencas cerradas, donde se deposita­ron yesos, y excepcionalmente sulfuros y fluoritas.

Desde el jurásico hasta el mioceno superior el edificio bético, ya estructurado en mantos superpuetos, se compartimenta según fallas norma les de distensión que dieron lugar a cuencas más o menos profundas. En esta época Sierra Alhamilla estaría emergida a modo de isla, quedando en su parte occ­dental restos de conglomerados de base de esta transgresión.

Geo02En el Andalu­ciense-Messiniense la zona se eleva produciéndose una fase regresiva con depósitos más severos y calizas de poca profundidad, añadiendo depósitos de yesos.

Al inicio del plioceno, nuevamente otra transgresión deja nuevos depósitos, encontrándonos, a medida que discurre dicho periodo, que el mar se retira definitivamente de la Cuenca de Sorbas-Tabernas, depositándose sedimentos continentales pliocuaternarios.

Una nueva reactivación tectónica, a finales del pleistoceno, origina una fracturación en todos los materiales, reestructurando la red fluvial tal como la conocemos hoy día.